"Hallará quien lea esta historia gran deleite y enseñanza. Se cuentan en ella muchas penas y contentos vividos por don Esteban de Montserrat, escribano del secreto en el Oficio de la Santa Inquisición en el año del Señor de 1561…”

Todo un descubrimiento, un regalo para el ánimo, este libro, que llevaba ya unos años en mi biblioteca, y que retomé hace unos días porque me picó el gusanillo al verlo –cuando fui a coger otro libro- ya que guardaba un vago recuerdo de que me gustó. Esto dice mucho sobre mí y mi tendencia a leer con ansia y sin aprovechamiento. Porque olvidar casi por completo un libro malo tiene un pase, pero olvidar un libro, hasta el punto que parezca que lo estás leyendo por primera vez, cuando éste es bueno, no tiene perdón.

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