“Así pasó Nerón como pasan la tormenta, la guerra, el fuego y la peste. En el futuro, desde las alturas del Vaticano, la gran basílica de San Pedro reinaría sobre Roma. No lejos de la antigua Puerta Capena, existe una capilla pequeña donde se lee la siguiente inscripción casi borrada: QUO VADIS, DOMINE?”

Muy pocas veces he releído una novela porque me obsesiona el tiempo, la falta de tiempo en realidad; me angustia concretamente la cantidad de libros que me quedan por leer respecto a los años de vida que me puedan quedar. Sin embargo, hace unos días decidí que debía intentar tomármelo con un poco más de calma y lo que sea será. Igual que no me dará tiempo a ver todo el mundo, tampoco me dará para leer todo lo escrito, y del mismo modo, o con más razón, que repito destinos de viaje que me resultaron impresionantes y dignos de volver a vivir, también puedo, y debo, volver a leer aquellos libros que dejaron huella en mi recuerdo.

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